martes, 14 de abril de 2015

Taquería La Llorona, México puro

El sábado quedamos a cenar con unos muy buenos amigos y nos aconsejaron la Taquería La Llorona. Ya sólo el nombre nos atrajo, puesto que, La Llorona es una canción (mejor decir un son istmeño mexicano) que nos encanta. 


Uno de los versos de la canción dice: " Yo soy como el chile verde, Llorona, picante pero sabroso" y nos transmitió eso exactamente. 

He de decir que no soy muy de comida mexicana, y aunque he ido a alguno que me ha gustado, este me encantó.

El propietario y cocinero, que fue alumno del Institut Paul Bocuse en Francia,  disfruta cocinando y sabe transmitirlo a los platos que prepara, y que formaron parte de su vida en México, y sus clientes tenemos el placer de comprobar.

Es su segundo local, y el primero, "Salaet i Bó", en pleno Ruzafa, será nuestra siguiente parada. 

El local es muy agradable y no muy grande. Nos atendieron muy bien y me sorprendió la rapidez. Cenamos tranquilamente, pero sin pausa entre taco y taco. 



Como ninguno de los cuatro tenemos mucha experiencia en comida mexicana, nos dejamos asesorar, y fue la mejor opción. Nos aconsejó empezar con un Guacamole, en su punto picante, sabroso y sobre todo, con totopos caseros crujientes. La cerveza, suavecita.



A continuación nos sacaron las salsas para acompañar los tacos y por curiosidad pedimos también el acompañamiento más picante que tienen...cebolla macerada en chile habanero.



Y empezó la cena de verdad, primero con unos tacos de pescado, de Caella o Tiburón Tigre marinado en carbón con ensalada de col lombarda, lechuga, cebolla y mayonesa picante de chipotle (para mí uno de los que más me gustaron), por supuesto siguiendo las indicaciones expertas... una gotitas de limón y la salsa al gusto de cada uno. A continuación pasamos a los tacos de marisco con sepia, gamba, salsa de tomate picante, piparra, alcaparra, kikos picantes... muy jugosos. Y después los tacos de Tinga o ternera picante, donde los más atrevidos probamos el chile habanero. Uf! Picante, picante...pero sabroso. Reconozco que yo me puse muy poco, pero ese punto salvaje me gustó.



Continuamos con tacos de Carnitas, cerdo macerado en naranja, Coca-cola y leche condensada y tacos al Pastor con panceta abobada y piña que son dos de los tacos que más me gustaron. El primero me gustó por el sabor a carne especial y gustoso, el segundo por el contraste de la carne y la piña. Por último comimos el taco de Lengua de ternera, también me pareció bueno, pero los anteriores ganaron mi paladar. Se nota que todo, absolutamente todo, desde las tortillas, los totopos a las salsas, está elaborado por ellos mismos.



Para terminar con el festival de tacos, probamos tres de los postres. Pudding de plátano caramelizado bañado en chocolate caliente con chile, deliciosa la combinación del dulce y el picante. Un postre de manzana asada con queso fresco y avellanas, y por último helado de pistacho, fresas y chocolate, los dos deliciosos y refrescantes.



La verdad es que cenamos muy bien y por muy buen precio. Os aseguro que han ganado unos nuevos clientes. 


Taquería La Llorona en C/ Pintor Salvador Abril 29 de Valencia



jueves, 2 de abril de 2015

Decorar huevos de Pascua (parte 2)

Estos huevos de Pascua, serán más decorativos, pero también muy fáciles de hacer.



Huevos con cuerdas de cáñamo

Cuerda de cáñamo
Globos
Huevos de Porexpan o poliestireno expandido
Cola blanca
Palillo largo




Con estos materiales, que encontraremos en cualquier chino o tienda de manualidades podemos hacer dos tipos de huevos decorados.

El primero lo haremos con el huevo de porexpan, que previamente ensartaremos en el palillo largo. En el agujero superior, pondremos un poco de cola y pegaremos un trozo de cuerda para poder luego colgar el huevo para decorar.

El resto de huevo lo  pintaremos con cola blanca y desde la parte superior, comenzaremos a pegar la cuerda al huevo rodeándolo, hasta que lleguemos a la parte inferior. Tan sencillo como esto. Podremos utilizar cualquier tipo de cuerda, o hilos de colores.




El resultado final es éste.





El segundo huevo, lo haremos utilizando el globo inflado. Elegiremos un globo pequeño, para que el huevo luego no nos quede enorme. 

En un cuenco pondremos, a partes iguales, cola blanca y agua, mezclándolo muy bien. Aconsejo hacer esto con guantes de goma. A continuación introduciremos la cuerda de cáñamo que creamos que vamos a utilizar. Es mejor no cortar una medida en concreto, pues si nos quedamos cortos podremos ir añadiendo un  poco más de cuerda. Dejamos que se empape bien la cuerda en el cuenco.



A continuación, cogeremos el globo e iremos enrollando poco a poco la cuerda alrededor, aleatoriamente.



Dejaremos secar hasta el día siguiente. Una vez esté seco, pincharemos el globo y lo sacaremos.



Por último, solo tenemos que ponerle un trozo de cuerda en la parte superior para poder colgarlo.




Al igual que el anterior, lo podremos hacer con cuerdas o hilos de colores. A mí me gustan un poco más rústicos, pero a los niños les atraen mucho los colores vivos y alegres.