domingo, 19 de marzo de 2017

Marco de estrellas con piedras de playa

Cuando nuestros amigos Bea y Jaime nos regalaron una foto de su hija Ainhoa, lo primero que pensé fue en que no podía poner esa foto tan bonita en un marco normal.


Así que pensé en el montoncito de piedras que todavía guardaba de la playa de Altea, y en las estrellas que nos acompañan cuando dormimos plácidamente... y lo uní.

Materiales:

- Estrellas de madera
- Piedras de playa
- Cartulina para hacer plantillas de estrellas
- Pegamento superfuerte con punta fina
- Marco Ribba de Ikea


Como ya tenía el diseño en mi cabeza, empecé con las estrellitas del paspartú. Dibuje en una cartulina estrellas de diferentes tamaños y las recorté para utilizarlas de plantilla. Después las marqué con un lápiz en el paspartú, para poder tener una guía a la hora de pegar las piedras.


A partir de ahí, comencé a elegir piedras rellenando las estrellas como si fuera un puzzle. Y aunque tenía bastantes piedras, no es fácil encontrar las piezas para que encajen. Así que empecé como se empiezan los puzzles, por las esquinas, en este caso, las puntas de las estrellas. Probé a poner el pegamento en cada piedra, pero me di cuenta que era mejor poner el pegamento en el paspartú y después poner la piedrecita encima, con una pinzas.

Una vez ya tenía el paspartú, pegué más piedras sobre una de las estrellas de madera. Esa iba a ser la estrella caída del cielo.


Pegué la foto de Ainhoa durmiendo, como una estrellita más, al paspartú con un poco de celo, para que no se desplazara. Así ya me parecía que quedaba bonito.


Por último, puse en marco boca abajo y lo rellené de las piedras de playa restantes. Y la estrella de madera la puse entre las piedrecitas, como si se hubiera caído del cielo.


Y puse el paspartú con la foto y levanté el marco. Las piedrecitas se asentaron en la caja entre el paspartú y el cristal, simulando una playa de piedras. Me encantó, que os voy a decir. Una foto tan bonita merecía algo especial.


Creo que ha quedado bonito ¿verdad? A nuestro ratoncito le encanta mirarla.



Y ya tenemos a Ainhoa durmiendo en nuestra librería.